Postal White Tara (Exclusivo Bali)

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White Tara

Considerado la madre misericordiosa de todos los Budas, representa la esencia de la pureza y la inmaculada. Ella es una bodisat-tva, o un ser que ha rechazado una existencia de felicidad eterna en el estado del nirvana. Ella ha hecho esto por compasión (karuna) para que pueda permanecer en el mundo y trabajar para liberar a todos los seres vivos del sufrimiento (dukkha). Aunque la típica creencia budista sostiene que solo aquellos que nacen en el cuerpo de un hombre pueden alcanzar la iluminación, la Tara Blanca desafía esto. Numerosas historias cuentan su elección personal en cada ciclo de vida de renacer repetidamente en el cuerpo de una mujer.

Ella se mantendrá fiel a esto hasta su reencarnación final, cuando todos los seres habrán sido liberados del sufrimiento.

El nombre Tara significa «Estrella» o «Saviador», y el poder de la Tara es eliminar los peligros y traernos consuelo en una condición segura a medida que avanzamos por el camino espiritual. Por lo general, se la representa como una mujer hermosa pero madura, y esto simboliza su importante papel como la diosa madre, cuidando a todos los seres como si fueran sus hijos. Al igual que nuestra madre terrenal nos proporciona protección física y consuelo, también White Tara nos protege espiritualmente al ayudar a eliminar nuestros demonios internos. Estos demonios, que se pueden ver como emociones negativas como la codicia, el odio, la ira y el deseo, pueden estar bloqueando nuestro bendito viaje hacia la verdad y la iluminación (nirvana).

Su color blanco simboliza la pureza, y los siete ojos en sus manos, pies y frente simbolizan su compasión ilimitada, siempre buscando en todas las direcciones para aliviar el sufrimiento (dukkha) y la ilusión (maya) de todos los seres. Al cultivar el amor por White Tara como madre, podemos comenzar a difundir un amor y una compasión universales a todos los seres en todas partes. Su naturaleza simbólica como la manifestación pura de la energía compasiva, junto con los atributos de longevidad, curación y protección materna, la convierte en una de las deidades más queridas adoradas en el Tíbet, Nepal y más allá.

 

«OM! O Tara! I entreat you, O Tara! O swift one! Hail!»